Es un padecimiento común en mujeres, las causas varían desde predisposición genética (similar a lo que sucede en hombres) en cual el pelo se adelgaza progresivamente, así como caídas masivas, bruscas y transitorias que ocurren después de varios meses de algún desequilibrio importante ya sea físico o emocional o secundario a alguna enfermedad.

El tratamiento depende de la causa y severidad del padecimiento. Generalmente el pronóstico en la mayoría de los casos es excelente, con resultados muy satisfactorios.